En el norte de Besalú hay una serie de templos románicos de gran interés, construidos entre los siglos IX y XII.
Aunque para desplazarse de uno a otro lo más práctico es hacerlo en coche, también es una buena opción plantearse visitarlos a pie, yendo de uno a otro a través de los distintos caminos señalizados existentes en esta zona.
Sant Pere de Lligordà, en Beuda, es una iglesia del siglo XII con la puerta orientada a la fachada de mediodía, una nave de planta rectangular y ábside semicircular.
Santa Maria de Palera, también en Beuda, tiene una bóveda de cañón reforzada por dos arcos torales y copa a levante con ábside semicircular. Contenía una virgen gótica cortada en alabastro, que se puede ver en el Museo de Arte de Girona.
Cerca, el Sant Sepulcre de Palera es una notable construcción románica del siglo XI. El templo, consagrado en 1085, está formado por sillares bien cortados, de dimensiones considerables. Consta de tres naves, la central con bóveda de cañón y las laterales de cuarto de círculo, sostenidas por pilares rectangulares con sus correspondientes ábsides. El campanario, de pared de dos ojos, se levanta sobre la fachada de poniente.
Otro atractivo es la iglesia de Sant Feliu de Beuda, del siglo XI, con un valioso fregadero bautismal del siglo XII decorado con figuras en relieves y arquillos ciegos.
Más hacia el este encontramos Santa Maria de Segueró, una iglesia románica del siglo XI de una sola nave, que conserva una imagen policromada de la Virgen (siglo XIV) cortada en alabastro.
Ya en el término de Maià de Montcal encontramos la iglesia de Sant Vicenç, templo datado en el año 978 que además de disponer de una nave rectangular y de un ábside circular orientado a levante, conserva un cerrojo ciertamente curioso en la puerta de entrada.
Justo al límite con el Alt Empordà, en un enclave con unas vistas panorámicas sobre toda la llanura ampurdanesa, hay Santa Magdalena de Maià (siglo XIII), una iglesia del antiguo priorato de Santa María de Jonqueres (siglo XIII), y que cuenta con una nave de bóveda de cañón apuntada y con un ábside con bóveda de cuarto de círculo.
Finalmente, la iglesia de Sant Martí (siglo XII), situada en el núcleo de Dosquers, tiene una sola nave cubierta por una bóveda de cañón y ábside semicircular, y descubriendo la capilla de Sant Prim y Sant Felicià, junto a ella hay una fuente abundante, que según la tradición brotó para calmar la sed de los portadores de las reliquias de los santos en el monasterio de San Pedro de Besalú.
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