Comer en Olot supone gozar de los sentidos y de una cocina intensa y sabrosa, fruto de un patrimonio gastronómico de gran riqueza. Las mejores virtudes de esta gastronomía se resumen con lo que se conoce como Cocina Volcánica, una propuesta elaborada por expertos cocineros que recoge los mejores y más significativos productos de la zona. Hay que destacar también los excelentes embutidos caseros, roscones adobados y cocas de chicharrones, las papillas de alforfón y la ratafía.